Hoy lunes 4 de abril, a partir de las 10 de la mañana, personal de la AFIP conjuntamente con inspectores del Ministerio de Trabajo y Migraciones, realizó un operativo en una empresa dedicada al cultivo de frutillas en la zona de Sierra de los Padres. El procedimiento se llevó a cabo luego de una denuncia presentada por la Fundación Alameda ante la Justicia Federal por trata de personas.
Luego de una investigación de varios meses, Gustavo Vera, titular de la Fundación Alameda, presentó el pasado 18 de enero una denuncia ante la Fiscalía General que consta de cámaras ocultas (ver video abajo) y testimonios con identidad reservada.
Las dificultades para registrar lo que muchos marplatenses murmuran sobre estas quintas fueron grandes ya que las fincas de florihorticultura se han convertido en verdaderos campos de concentración totalmente cerrados al exterior. Primero porque la incorporación de personal de nacionalidad boliviana no se hace espontáneamente, sino mediante reclutadores o conocidos directos. Segundo por la protección policial con la que cuentan estas empresas, ya que ante la menor sospecha de personas ajenas merodeando el lugar, se acerca la Policía Bonaerense para pedir documentos y tratar de averiguar las razones de la visita.
Después de infructuosos intentos de ingresar a las fincas, donde no pasan siquiera docentes ni médicos de la zona, un grupo de militantes de la Alameda acompañados por el grupo de Apoyo de Madres de Plaza de Mayo e Hijos de Mar del Plata logró ingresar disfrazados de Reyes Magos.
El video que adjuntamos aquí abajo demuestra que es habitual el trabajo de niños de 6 a 11 años en las cosechas de morrón, tomate y frutilla, incluso todos los chicos con los que se habló reconocen que trabajan. También se incluyen imágenes de las condiciones paupérrimas en las que se encuentran gran parte de los trabajadores, todos ellos migrantes bolivianos.
A la Compañía Frutihortícola S.A., más conocida como “El Frutillar”, se la denuncia por malos tratos físicos y psicológicos. Los trabajadores están encerrados, y sólo pueden salir de los campos de la compañía en los festejos de carnaval durante el mes de marzo. Vecinos de la zona describieron el lugar como un verdadero campo de concentración.
Como dueño del lugar, figura Andrés Moretti, y como su capataz, Hernán Arana. Se estima que en este lugar hay cientos de trabajadores de origen boliviano a los que se les retienen los documentos de identidad y que viven en campamentos con casillas muy precarias. Varias fuentes informativas han denunciado la existencia de abuso sexual y maltrato en los terrenos de la Compañía Frutihortícola S.A.
Por otra parte, los vecinos denuncian la utilización del Bromuro de Metilo, agroquímico prohibido en la mayor parte del mundo, como la quema de plásticos a cielo abierto que realizan a la hora de terminar las cosechas, que representa una peligrosidad para la salud de los trabajadores y quienes viven cercanos al lugar.
Toda esta situación de esclavitud y explotación infantil ocurre a unos veinte kilómetros de la ciudad de Mar del Plata, en el Partido de General Pueyrredón, en el cordón Frutihortícola de Sierra de los Padres y Batán, zona considerada como uno de los centros de producción frutihortícola más importante del país, que distribuye su producción en el Mercado central y para la exportación.
Las empresas denunciadas y allanadas ahora por orden de la fiscalía Nº2, a cargo de Gustavo Rodríguez, son Compañía Frutihortícola S.A., Quinta Costa Mari y la Quinta Rueda.