NOTA POR BELEN CANO:
Desbaratan red de trata que llevaba víctimas de Mar del Plata a Madrid

Una mujer quedó detenida y aún hay dos personas prófugas. Al menos seis jóvenes fueron engañadas y trasladadas a un `pub´ nocturno en España, de donde no tenían libertad para salir
Una investigación llevada adelante por la Fiscalía Federal 2 de Mar del Plata, a cargo de Pablo Larriera, permitió desbaratar una organización dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual, que tenía su origen en Mar del Plata y destino en España, puntualmente en un club nocturno conocido como “El Mirador” cercano a Madrid, donde se detectó la explotación de al menos seis mujeres marplatenses.
En la causa quedó detenida, bajo arresto domiciliario, una mujer de 31 años por el delito de “trata de personas mayores de edad con fines de explotación sexual, agravado por la cantidad de sujetos activos y por la pluralidad de víctimas”; y se mantienen prófugas otras dos personas: la pareja de la detenida -quien sería el líder de la organización- y una joven que se ocuparía de entregar a las víctimas, bajo falsas promesas de trabajo.
Una a una, las víctimas fueron contactadas. Si bien algunas eran hermanas o amigas desde hacía un tiempo, todas compartían una misma situación de vulnerabilidad. La selección de estas víctimas, según deja en claro el juez Federal Santiago Inchausti, se da en base a sus características de vida. “Es claro que las mujeres que no poseen trabajo, con escasa instrucción educacional, con necesidades económicas por sí mismas y por personas que están bajo su tutela como ser hijos menores de edad, resultan potenciales víctimas de este delito de trata de personas, pues cuentan con escasas o nulas condiciones para obtener un puesto laboral que se ajuste a tales necesidades”, expresó.
La oferta laboral que se le hizo a cada una de las víctimas fue idéntica: se prometía vivienda en un lujoso hotel situado en Madrid, comida a la carta, ganancias económicas exorbitantes -se hablaba de 70 mil pesos en tres meses-, gastos de traslado, alojamiento y comida a cargo de quienes serían sus empleadores y el 50 por ciento del dinero habido en virtud de las copas y pases en el club El Mirador. Si bien se les estaba ofreciendo una situación de prostitución, aprovechándose de su situación de vulnerabilidad, las condiciones en las que se encontraron fueron diferentes por completo.
“Sus expresiones y el consentimiento que han prestado deben ser analizados en un contexto donde tal ‘voluntad’ no implica la ausencia de indicadores de trata, sino la presencia de otros elementos, como las carencias sufridas, y una situación de vulnerabilidad y desamparo extremos que viene a robustecer, en la víctima, la percepción de ausencia de mejores condiciones de vida a las ofrecidas por sus captores”, determina el magistrado.
Las víctimas fueron llevadas, desde un departamento céntrico de Mar del Plata, propiedad del hombre prófugo de 42 años, en autos particulares hasta el aeropuerto local. De allí viajaron hasta la ciudad de Buenos Aires y en Ezeiza abordaron distintos aviones hasta Europa.
Una vez en el Club El Mirador, las condiciones de vida distaban mucho de aquellas promesas que habían quedado a miles de kilómetros. Allí se les dijo que debían abonar -además de la deuda multiplicada varias veces de pasaporte y pasajes- cincuenta euros por día en concepto de vivienda y comida. Incluso, debían pagar euros extra si querían tener en las precarias habitaciones calefacción, electricidad o el control remoto del televisor.
Ninguna de ellas jamás recibió un peso, pese a tomar varias copas con los clientes/prostituyentes y hacer pases en las lujosas habitaciones, donde debían abonar hasta seis euros por las sábanas.
Dentro del lugar donde vivían y eran explotadas, sufrieron maltratos psicológicos y físicos y tenían prohibido salir sin ser acompañadas por el dueño. Estas situaciones fueron descriptas por las víctimas. “Cuando llegamos nos encontramos en condiciones muy precarias, de comer nos daban alitas de pollo y ensalada, no nos daban plata, y nos quitaron lo poco que llevábamos. Nunca vimos un peso de nada”.
“Después empezaron los insultos y las amenazas, me hacían amenazas psicológicas, amenazando a mi mamá y a mí, por ejemplo me decían ‘más vale que hagas lo que yo te digo, que si no lo hacía iba a tener mis consecuencias’”, relató la misma mujer.
Otra de las chicas expresó: “Afuera el lugar se revestía hermoso, tenía tres suites bárbaras pero a nosotras nos tenían como a unos perros tirados, no teníamos ni elementos de higiene”.
LA FUGA
Algunas estuvieron cinco días y otras veinte, allí cautivas. Una madrugada la pelea de una de ellas con el encargado del lugar -que permanece prófugo-, desató la fuga de las mujeres. Le habían pedido salir, luego del horario del club, a tomar algo para celebrar el cumpleaños de una de ellas. El hombre se negó y maltrató a la interlocutora. La idea de escapar terminó de tomar forma y salieron corriendo hasta la ruta. Luego de pedir ayuda a la Guardia Civil Española, fueron llevadas hasta el Consulado argentino en Madrid, donde se les brindó auxilio y costeó el retorno a Mar del Plata.
Una vez aquí, a partir del 21 de noviembre del año pasado, la Fiscalía comenzó a recabar sus testimonios y recolectar la prueba necesaria, que condujo a una serie de allanamientos y detenciones a través de la intervención de agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que incluyeron agencias de autos, escribanías y estudios contables de la ciudad.
Luego de escuchar a las víctimas, que manifestaron temer por su seguridad y la de sus familias y pidieron protección, y de los allanamientos -donde se encontraron armas y drogas-, el pasado viernes 14 de junio el juez Inchausti, titular del Juzgado Federal 3 de Mar del Plata, dictó el procesamiento de una de las mujeres involucrada en la organización.
Al respecto, y conforme la imputación formulada por la Fiscalía, la captación y el traslado en la Argentina, y luego el recibimiento y acogimiento en España, habrían sido desplegados mediante el “abuso de la situación de vulnerabilidad en que se encontraban las víctimas, ello en atención a las circunstancias que las mismas atravesaban: retención del dinero habido en función de las prácticas sexuales ofrecidas, situaciones de violencia se han cumplido- y lejanía con su lugar de origen y sus familiares una vez logrado su traslado”.
En base a la prueba reunida, la Fiscalía solicitó asimismo se libren exhortos internacionales a las autoridades españolas para profundizar la investigación respecto del complejo denominado “Club El Mirador”, dejándose constancia que, a la fecha, permanecen prófugos de la Justicia dos de los restantes integrantes de la organización, existiendo órdenes de captura nacionales.
La palabra de las víctimas
(Extracto del testimonio de una de las víctimas)
“Deseo contar con un psicólogo que me asista, porque me siento con miedo. Si una puerta no se me abre me pongo mal. Y quiero protección porque estos tipos me pueden ir a buscar. Si me pueden ayudar a conseguir un trabajo para no volver a ejercer la prostitución, que es lo que yo estaba intentando hacer los últimos meses”.
Esclavitud
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos publicó un documento titulado La Abolición de la Esclavitud y sus Formas Contemporáneas donde señalaron: “En algunos instrumentos internacionales se considera claramente que la explotación de la prostitución -es decir, cuando el dinero ganado mediante la prostitución llega sistemáticamente a manos de cualquier persona que no es la que se prostituye- es intrínsecamente abusiva y análoga a la esclavitud”.